Javier Minniti.
Una vez finalizada la Temporada 2024 del Futbol Profesional Venezolano con la consagración del Deportivo Táchira como Campeón del certamen sumando su undécima estrella, la Liga FutVe hizo el anuncio de una modificación a las Normas Reguladores para la venidera Temporada 2025, la cual permitirá a los Equipos de la 1ra División de Venezuela la contratación de hasta 8 jugadores extranjeros, siendo que 6 (seis) de estos podrán estar en simultaneo en cancha durante cada partido de la próxima zafra.
La
noticia generó en el “mundo FutVe” repercusiones a favor y en contra de la
medida; hoy la principal fuente de debate y exposición de ideas de todos los
que siguen al Fútbol Venezolano son las redes sociales. Jugadores, Directivos,
Periodistas, Comunicadores e Hinchas usan las distintas redes sociales para
manifestar opiniones, generar debates y un sin fin de acciones sobre cada tema,
porque el Futbol Profesional de Venezuela (salvo excepciones de espacios
regionales de difusión) carece de programas nacionales de radio o televisión
que hablen de este deporte y lo promocionen a nivel nacional e internacional.
Más que
sentar posición (estar a favor o en contra de esta medida), es saber qué llevó
a tomar esta decisión, cuál es su verdadero impacto y entender si verdaderamente
generará lo que los promotores de esta
idea visualizaron para seguir adelante con su implementación. Pero si nos ocupa
ir al fondo de qué ocurre en nuestro fútbol para que Liga y Equipos
Profesionales dieran el paso a tomar esta medida, aunque no hay un comunicado
oficial que explique o justifique los argumentos de esta decisión, se ha podido
dejar asomar que fue un “pedido de los equipos a la Liga, ya que de esta manera
pueden contratar más jugadores extranjeros que les permitan confeccionar
plantillas para poder competir a nivel internacional en los distintos torneos
de clubes organizados por CONMEBOL.
Pero, ¿tener
8 extranjero nos hará mejores en los torneos internacionales? ¿Acaso los
equipos mejoraran el nivel de la importación con esta medida? ¿Si antes tenía
un dinero determinado para 6 extranjeros de nivel medio-bajo qué cambió para
que ahora yo traiga 2 jugadores foráneos más? ¿Los equipos aumentaran sus
presupuestos? ¿O pensaran que con el mismo dinero con el que en 2024 traían 6 jugadores
ahora van a contratar 8 que van a rendir más? Aunque la mayoría de las
respuestas parecen obvias y todas son casi la misma englobadas en un adverbio
de negación de dos letras, surgen análisis a partir de esta variación de la
norma que nos llevan a pensar en consecuencias a corto, mediano y largo plazo.
Tener extranjeros
que rindan implica pagar un poco más por ellos, se incrementaran los costos de nómina
de cada equipo y se establecerá una brecha competitiva en el torneo local, los
que van a los Torneos CONMEBOL se arriesgaran a reforzarse con estos 8
extranjeros con la promesa de competir mejor en lo internacional, pero este análisis quizás le calcé mejor a los que
competirán en Copa Libertadores, ¿los Equipos que van a Copa Sudamericana
apostaran a este nivel de inversión sabiendo que su posibilidad de seguir en el
contexto internacional se resume en un solo partido y de no avanzar se quedará
con muchos más contratos para solo jugar el Torneo Venezolano?
Luego viene
el resto, los Equipos que no tienen Torneos Internacionales, habrán algunos que
no utilizaran todos sus cupos (no los creerán prioritarios) y deberán enfrentar
a los equipos (quizás más de la mitad) con esa cantidad de refuerzos, aunque
esto es futbol y nada está escrito en cuanto a resultados, se podría pensar que
en los deportivo tendríamos una brecha entre los equipos que más extranjeros
contraten y los que no, lo veremos en la disparidad de los resultados y en la
tabla de posiciones. Pero esto no es culpa de la norma, ya que es igual para
todos, la decisión de contratar 3,4, 6 u 8 extranjeros será de cada equipo, pondrán
en la balanza riegos, costos, beneficios y de su análisis dependerá a qué
apuestan en cuanto a sus contrataciones.
Esta nueva
norma debe ser un aviso, una alarma. Los equipos buscan afuera lo que no consiguen
en casa, muchos alegan (con razón o no) que contratar un extranjero sale más “barato”
que contratas a un criollo, el material local de nivel disponible es cada vez
menor, en esta relación de oferta y demanda el jugador promedio venezolano
elevó su cotización en el mercado interno, 14 equipos buscando una determinada
posición que no tiene muchos exponentes dentro del país hace que en la
necesidad la pugna eleve valores que terminan siendo irreales “en condiciones
normales”, pero en esta carrera de confeccionar equipos con lo mejor disponible
el que pueda hacer la mejor oferta se llevará el premio en sus contrataciones.
Cuando hablamos
de “alarma” nos referimos a que no hay material criollo de nivel
suficientemente alto para que los equipos se armen bien, no estamos produciendo
jugadores, el talento joven con destellos de calidad comienza a emigrar muy
joven, los equipos no tienen no tienen la capacidad de formar sus propios
relevo, en algunos casos las categorías menores las usan como una medida
obligatoria impuesta y no como un mecanismo de desarrollo de talento (etapa que
habíamos venido desarrollando en nuestro futbol pero que dejó de ser prioritaria
en el mismo momento en que algunos decidieron acabar con “la norma del juvenil”).
La volatilidad de las estructuras de los Equipos, cambios de dueño, la nula
continuidad dirigencial de los mismos, aparecen y desaparecen equipos en el
país y con esto la mucha o poca estructura de categorías menores que hayan desarrollado.
Pareciera
que nos fuimos al “facilismo” de la solución, traer de afuera lo que no hay
adentro, pasa incluso en nuestras selecciones menores, cada vez con más módulos
y convocatorias de jugadores que no se formaron en nuestro futbol, que por
consecuencia de la migración son hijos de venezolanos o tienen vínculos sanguíneos
con el país y los hacen elegibles para las distintas selecciones nacionales, el
talento se ha estado yendo, pero estamos dejando de desarrollar puertas
adentros, mañana va aumentar la “escasez” de los jugadores criollos, el
reglamento se seguirá modificando, no para obligar a que los equipos inviertan
y formen futbolistas, el reglamento seguirá cambiando para permitir traer más
jugadores de afuera.