sábado, 4 de enero de 2025

El oficio del Estadígrafo

 

Javier Minniti

 

Espécimen raro es el Estadígrafo del fútbol, bicho extraño. Ratón de hemeroteca, metódico, minucioso, exigente, intenta convertir su obsesión en oficio, lleva la mitad de su vida buscando datos y la otra mitad justificando a otros y a él mismo su empecinamiento. Es autodidacta, no hay una escuela, carrera o tutorial que le diga cómo realizar esta tarea, por dónde empezar o cómo seguir, es todo intuición en un camino que tiene más decepciones que alegrías, que siempre termina convirtiéndose en una enorme bola de nieve (un dato nuevo lleva a otro y así sucesivamente) que rueda pendiente abajo, creciendo y creciendo sin saber cuándo se detendrá, la pendiente suele ser infinita.

 

Acumulador compulsivo, al Estadígrafo todo le sirve, revistas, periódicos, fotos, recortes, libros, planillas de alineaciones, camisetas, nada se tira, todo se guarda, todo, absolutamente todo es “coleccionable”, junta su pequeño tesoro y lo resguarda incluso generándole problemas, porque en su casa la madre quería botarle toda “esa basura”, luego la esposa recriminándole por “guardar papeles”, cuando busca casa visualiza su cuarto adicional en donde pasará la mayor parte del tiempo, en dónde podrá aislarse de los reclamos hogareños con la eterna promesa de que va acomodar todo eso; construye su fortaleza, su espacio, la manía le termina ganando, porque todo lo que atesora es sagrado.

 

El Estadígrafo anota, escribe, suma, resta, en su computadora tiene cientos de documentos Excel con innumerables datos, nominas, nombres, fichas técnicas, lista de partidos y goles, en su espacio de trabajo está rodeado de torres de libros, revistas, periódicos y carpetas, mucho papel que algún día digitalizará para tenerlo todo en su computador, pero aunque lo haga ese olor a papel y tinta es atrapante, en su revisión diaria vuelve a leer un artículo que se lo sabe de memoria, lo está repasando por vigésima ocasión, lo devora como si fuera la primera vez. Revisa mucho, es fuente permanente de consulta de periodistas amigos y otros que lo llamaran por única vez, porque “tiene el dato”, también es parte de ese programa de radio o de la tertulia de café/bar en dónde cuándo el tema es fútbol saldrá con ese dato que nadie tiene, asombrará a propios y extraños con esa capacidad de recordar una fecha, un gol, un partido, un jugador. Ese mismo individuo que se sigue emocionando con cada hallazgo, con cada descubrimiento, con ese dato perdido por años, ese gol que nadie tenía, la alegría de saberse útil para su entorno, de que va a dejar algo para los que vienen atrás y empiezan en esta labor, dejar un camino andado y con más información a mano de la que él llego a tener cuándo comenzó.

 

En su ingenuidad el Estadígrafo pensó vivir de esto, porque recopilar información de un equipo, una liga o una selección lleva tiempo y dedicación, tiempo que no se puede acomodar a conveniencia porque muchas veces los sitios en donde se consigue información la misma está disponible en horarios laborales, pero el Estadígrafo es terco, no deja de soñar que recibirá retribución económica que le permita estar haciendo esto que le gusta en los horarios en que se supone debería estar “trabajando” en otra cosa. Dentro de su mente hay libros por escribir, artículos por publicar, tantas cosas para contar, a veces choca con la realidad del desinterés, cae en cuenta que no todos los datos emocionan a los demás como a él, pero insiste y persiste, porque te explicara, contará y dará todo el contexto para entender la trascendencia de cada nuevo dato que se descubre.

 

Pero dejemos de “idealizar” al oficio del Estadígrafo, porque hay una subespecie que merece nuestro mayor reconocimiento y es el Estadígrafo del Fútbol Venezolano, porque a este le tocó muy duro, el trabajo del Estadígrafo del Fútbol Venezolano tiene 100 dificultades más en relación a colegas de otros países, esto en parte (y como consecuencia) por la poca cultura futbolística de Venezuela, que nos dejó como herencia escasa información, es sobremanera difícil conseguir en los diarios de antes fichas técnicas de partidos, muchas veces hasta resultados, goleadores y minutos, reconstruir la historia del fútbol Venezolano desde 1921 hasta 2005 ha sido una labor titánica, a la altura de cualquier trabajo de investigación detectivesca, seguir pistas, buscar en 2 o 3 fuentes distintas, corroborar, muchas veces conseguir en 4 periódicos el mismo partido con informaciones distintas, y con cada alegría, por cada dato obtenido venía la desazón de qué en la siguiente búsqueda faltaría alguna información, porque esa publicación no circuló en esa fecha, no tuvieron corresponsal, el cierre de la edición fue antes de la finalización del partido, etc., una larga lista de posibilidades que atentan contra el ritmo de recopilación que se requiere y desea.

 

Pero más allá de abandonar, el Estadígrafo del Futbol Venezolano seguirá en su búsqueda de información, de completar los datos, de no descansar hasta tener el último partido, el anotador de un gol y los minutos de los tantos. Pero a cada solución 10 inconvenientes más, porque además el Futbol Venezolano tiene particularidades como aparición y desaparición de equipos, mudanzas, cambios de nombres, fusiones, un sinfín de acciones que involucran a los equipos y que hacen sumamente complicado conectar líneas de continuidad histórica entre las instituciones. Lo que sucede es que el Estadígrafo también es honesto, sobre todo con el mismo, no inventará un dato, no se engañará ni pretenderá engañar a su público, no “acomodará” una fecha o minuto a su conveniencia, preferirá dejar ese espacio “pendiente” hasta que pueda conseguir la información.

 

Todos estos inconvenientes no solo han sido con el fútbol profesional, pasa con las otras divisiones del balompié organizado, las selecciones nacionales en todas sus categorías y ramas, torneos internacionales de clubes y selecciones. Con la llegada del Internet hoy es mucho más fácil acceder a mucha información y por lo menos en los últimos 20 años la cobertura del Fútbol en el país mejoró y hay mucha más data disponible en línea, el problema es todo lo que ocurrió antes, ese periodo de 80 años (aproximadamente) que se viene recopilando.

 

Hoy contamos con otras posibilidades gracias a la tecnología, el crecimiento de las redes de contacto con Estadígrafos de otros países, contrastación de información y el redescubrimiento de muchos datos de nuestros equipos y selecciones gracias a las crónicas periodísticas de otros países que enfrentamos o en los que jugaron nuestros equipos.

 

En Venezuela contamos actualmente con un grupo de personas que han querido profesionalizar este oficio del Estadígrafo, organizados bajo la figura de la Asociación de Historia y Estadística del Fútbol Venezolano e integrantes del Grupo de Estadígrafos del FutVe, personas dedicadas a recopilar información valiosa de la historia del Fútbol Venezolano, de llenar páginas de records e historias de nuestro balompié tanto en torneos locales, internacionales y de selecciones nacionales. No ha cambiado mucho la forma de llevar este “trabajo”, siguen siendo vocaciones individuales que usan su tiempo libre para continuar con la tarea de sumar cada día más y más datos para consumo y deleite de quienes los siguen y leen, por eso, si usted amable lector, es aficionado a este tipo de contenido le damos las gracias por tomarse unos minutos para leer el trabajo desarrollado por cada uno, si además lo comparte, comenta y lo usa en otros trabajos o reportajes le agradecemos que le de los créditos que correspondan al Estadígrafo que desinteresadamente hizo la investigación.

 

Esto es a pulmón y mucha voluntad, de sacrificar algunas cosas personales para poder completar la base de datos que mañana nutrirá toda la información que se consumirá, a todos ellos, los Estadígrafos del Mundo, a los de Latinoamérica y en especial a los de Venezuela todo el mayor reconocimiento, nuestras palabras de apoyo y aliento para que sigan con esta noble tarea de recopilar y cuidar la historia los datos y las estadísticas de este deporte que nos apasiona.