“Hasta que el Pueblo las canta
las coplas, coplas no son,
y cuando las canta el Pueblo,
ya nadie sabe el autor.
Procura tú que tus coplas
vayan al Pueblo a parar,
que, al volcar el corazón
en el alma popular,
lo que se pierde de gloria
se gana de eternidad.”
Así parafraseaba Facundo Cabral en una de
sus presentaciones el poema de Manuel Machado “La Copla” y anunciaba Cabral
durante la introducción qué lo que iba a decir era autoría de “Manuel Machado,
el hermano de Antonio” para hacer énfasis en la aclaratoria de que había parentesco
con el autor de “Caminante no hay camino”.
Quizás es algo traído de los pelos, pero
daba la sensación de que esta copla recitada por Facundo Cabral nos podía
ayudar a reforzar el punto que queremos explicar (o es solo una excusa para
poner este extracto de una copla que me gusta mucho), y es que muchas veces “el
saber popular” se termina adueñando de eventos y situaciones que tal vez no
sean las más idóneas, pero que muchas veces son más entendibles por la mayoría,
porque “al venir del Pueblo” llega más fácil y es aceptado por el Pueblo que lo
consume.
Y usted se preguntará querido lector ¿a
dónde queremos llegar con esto? Pues lo ponemos en contexto.
La noche del domingo 2 de Octubre de 2022
durante el partido de la 1ra Jornada del Grupo 2 la Fase Final “B” de la
Temporada 2022 del Futbol Profesional de Primera División en Venezuela, durante
el partido entre Dvo. Lara y Dvo. Táchira que se disputaba en el Estadio Farid
Richá, a los 35’ minutos del compromiso el Dvo. Táchira anotaba el 0-2 del
marcador ¿lo extraordinario? El gol era anotado por Cristopher Varela, el
Guardameta del conjunto tachirense.
Pero si bien hoy en día no es tan extraño
que un Arquero marque gol, ya que los anotan de penal, tiro libre y algunos
cuando suben al área rival para una jugada de “pelota quieta” en el último
minuto, si es menos frecuente que los hagan desde su propio campo o incluso
desde mucho más atrás, en su propia rea o cerca de esta.
Este último es el caso que comentábamos sobre
el gol del arquero del Dvo. Táchira, Cristopher Varela, quien recibía un pase
de su compañero en el borde del área grande y tras controlar el balón saco un
remate de pierna zurda un metro afuera de su área, tomando desprevenido al
guardameta rival del Dvo. Lara, Jean Ambuila, quien se vio sorprendido cuando
el pique del esférico en el borde del área grande lo bañó, y pesé a un esfuerzo
desesperado no pudo evitar que la jugada terminara en el fondo de la redes de
su arco.
Fue casi instantáneo que en las redes
sociales y por otras vías de comunicación de esta modernidad interconectada que
se empezó a hablar del “gol de arco a arco del Portero del Dvo. Táchira” y casi
tan de inmediato como se nombró la jugada apareció la polémica y el debate ¿fue
gol de arco a arco?
Si nos fuéramos a lo estricto del término,
este debería hacer referencia a una jugada en que el balón sale desde el área de
un equipo y termina en gol en el otro arco, entendiendo que en el trayecto el
lanzamiento no fue interceptado por ningún rival o tocado por otro compañero,
todo esto independientemente si este tiro fue aéreo, picó una, dos, tres veces
o más, ni tampoco si fue rastrero.
Esta “alocución” tiene la particularidad
de que intenta referirse a un gol anotado por un arquero, pero entonces, ¿si un
jugador de campo distinto al guardameta patea desde su área y hace gol, no es
gol de arco a arco? Porque incluso puede haber un gol desde el saque de meta
cobrado por el Arquero u otro jugador distinto y entonces ¿este caso también es
gol de arco a arco o no?
El saber popular tiene la capacidad de
poder transmitir mucha información en solo una frase, en un solo dicho; no en
vano el refranero popular tiende a brindar muchas enseñanzas o suministrar gran
cantidad información, un refrán oportuno ante una determinada situación puede
dar un compendio informativo para escribir un libro de Sociología, incluso con apéndices
de economía y resolución de conflictos.
En la Universidad durante nuestros
estudios en la Carrera de Criminología teníamos un Profesor que nos motivaba a
buscar información en otras fuentes bibliográficas distintas a la utilizada en
la Carrera, porque “muchas veces las respuestas a una situación de estudio no están
precisamente en los textos académicos”, qué buscáramos en la llamada “literatura
universal” y en efecto así terminaba siendo (al menos en el caso de algunas
ciencias sociales).
Muchas veces aceptar “una terminología
popular” no es sinónimo de replicar un error o traicionar nuestros principios
de Estadígrafos, al contrario, es la mejor manera de poder hacer llegar un dato
que de por si es aceptado por la mayoría como tal bajo esa definición y no
otra. Porque resulta, que para la mayoría decir que fue “Gol de arco a arco” ya
le indica al público que un arquero anotó un gol desde su área o cerca de esta,
es decir, no fue un gol de un Arquero pateando un penal, un tiro libreo o
cabeceando un tiro de esquina, ya el concepto por si mismo da información
suficiente para entender lo trascendental de la jugada, sin mucho más detalle
el consumidor de la información asoció que hubo un disparo de larga distancia
por parte del Guardameta y que este terminó en gol.
Porque el futbol, al igual que la poesía,
el canto o la pintura es un arte, y el arte como toda expresión abstracta tiene
la licencia y la libertad de que algunos elementos se permitan salir del “pensamiento
cuadrado” y darnos esos conceptos que si bien no son exactos a lo que sucede,
nos describen perfectamente lo que sucedió. Ya que sin esas libertades hoy no tendríamos
cosas cómo el “Gol Olímpico”, porque todos, absolutamente todos sabemos cuándo
un Gol es Olímpico, aunque este no se haya anotada en una Olimpiada, si
queremos quitarle la fantasía al Fútbol y a sus términos, deberíamos decir que
los Goles Olímpicos solo se anotan en los Juegos Olímpicos, porque en realidad
el 02 de Octubre de 1924 Cesáreo Onzari, jugador argentino anotó un gol de
cobro directo de tiro de esquina a la Selección de Uruguay quienes venían de
ser Campeones Olímpicos unos meses atrás, esa acción fue conocida al principio
como “el Gol a los Olímpicos”, que por cierto no fue el primero que se
conseguía de esa manera, pero el que boca a boca, la trascendencia de la hazaña
y la apropiación del evento por parte del Pueblo (porque el Fútbol le pertenece
al Pueblo), comenzaron a llamar “Gol Olímpico” a secas, aunque realmente eso no
exista y deba llamarse oficialmente “Gol por cobro directo de lanzamiento desde
el tiro de esquina”… menos mal que le decimos Gol Olímpico y así seguirá
siendo, porque todos podemos anotar un Gol Olímpico en cualquier partido
oficial o informal (Caimanera, cascarita, picado, recocha, etc), sin necesidad
de que sea exclusivamente un Gol en unos Juegos Olímpicos.
Lo que es cierto es que el Gol de Varela
ha llevado el debate un poco más allá de la misma definición de la jugada, y
aunque no va a pasar de ahí la discusión es inevitable pensar que por algunas
horas hubo discusiones acaloradas por definir si era o no gol de arco a arco, porque
a veces no se necesita mucho para pelear y es un condición propia del ser
humano buscar una excusa para la guerra, tal como lo logó satirizar Jonathan
Swift en su obra “Los viajes de Gulliver” en donde nos relataba como la guerra
entre Lilliput y Belfusco era por la discusión de cómo debía descascarase un
huevo duro, por arriba o por abajo.
Es labor de los Estadígrafos no solo el recopilar,
documentar y organizar la información histórica y estadística del Fútbol, es también
establecer criterios de medición para categorías, justificar cada una y dar
herramientas para que los que quieran seguir este camino puedan tener una orientación
del porqué de cada situación. Pero también es menester de los Estadígrafos
adaptarse, adoptar el uso de términos que aunque no sean los adecuados pueden
facilitar el entendimiento de las situaciones en el Fútbol, no se va a
descubrir nada, solo se trata de ordenar lo que ya existe.
Hasta que el Pueblo no los usa
los términos, términos no son,
y cuando los usa el Pueblo,
ya nadie sabe quién así lo nombró.
Procura tú que los términos
vayan al Pueblo a parar,
que, al volcar la razón
en el alma popular,
lo que se pierde de gloria
se gana de eternidad….