lunes, 1 de abril de 2013

El Anecdotario del Estadígrafo (II)


Cuando nos vean jugar, se van!!!

El Cafetín Santa Rosa, ubicado en el Centro de Mérida, en la Av. 4, pasos debajo de la Plaza Bolívar, durante más de 30 años fue sitio exclusivo de la tertulia futbolística de la ciudad de Mérida, durante horas podías encontrarte con personajes de la vida merideña y ex -futbolistas narrando sus historias, de este y otro fútbol.

Un visitante habitual en el Cafetín Santa Rosa era Carlos Conde, quien nos deleitaba con innumerables anécdotas de su gran carrera deportiva; Carlos Conde, defensor Central jugó en el Peñarol de Uruguay, fue campeón de Copa Libertadores e Intercontinental, en Venezuela jugó con el Anzoátegui y en 1971 llego a Mérida para reforzar a Estudiantes.

Por la temporada 1997-1998, Conde fue contratado por Llaneros de Guanare para dirigir al Primer Equipo, su amigo, Washington Antúnez había recomendado la contratación de “Carlitos”; quien ya había tenido experiencia en el banquillo con Estudiantes, ULA y El Vigía.

Al llegar a Guanare habían convocado a toda la plantilla del equipo al estadio Rafael Calles Pinto para presentar al nuevo entrenador y realizar la primera práctica; el viejo estadio de Guanare distaba mucho del que se conoce hoy en día, una estructura vieja y deteriorada, además de un campo irregular y con poca grama en su superficie.

En uno de los portones del acceso al estadio que permanecía cerrado había un inmenso panal de abejas; cuando Carlos Conde llegó al estadio se percato que sobre el terreno de juego se encontraba un enjambre de Abejas, esto llamó la atención del nuevo estratega.

Tras presentarse y hablar con los jugadores pidió permiso y se asomó a la cancha, las abejas permanecían aun volando en enjambre sobre el terreno, algo desilusionado Conde regresó al camerino y le dijo a los jugadores en su habitual tono pausado y voz ronca “muchachos, hoy no entrenamos”.

 Tras pronunciar esa frase el jugador Servio Antequera le preguntó “¿Por qué no vamos a entrenar?”, a lo que Carlos le respondió con solemnidad “Por las abejas”, fue entonces que Servio Antequera se asomó a la cancha y al darse vuelta le dijo a Técnico “Tranquilo Profesor, que cuando nos vean jugar, se van!!!”





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